Santo Domingo, RD. El 3 de septiembre de 1930 no fue un día de celebración, sino una de las peores tragedias registradas en la historia dominicana. Ese día, el huracán San Zenón azotó con furia la ciudad de Santo Domingo, dejando a su paso una estela de destrucción y cobrando la vida de alrededor de 2,000 personas.
La magnitud del desastre fue tal que prácticamente toda la capital quedó devastada, especialmente los barrios formados por viviendas de madera, que fueron arrasados por la fuerza de los vientos y las inundaciones. Muchas de las muertes no solo ocurrieron por el impacto directo del fenómeno, sino también por los escombros arrastrados y las crecientes aguas que cubrieron gran parte de la ciudad.
El paso del ciclón se produjo apenas 17 días después de la toma de posesión de Rafael Leónidas Trujillo, quien utilizó la tragedia para proyectar su imagen de “salvador” y consolidar las bases de un régimen que se prolongaría por más de tres décadas.
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