HATO MAYOR. – La comunidad cristiana de Hato Mayor amaneció este miércoles con el alma entristecida tras confirmarse la partida de la pastora Aniurca Canario, una mujer de fe cuya voz y guÃa dejaron huellas imborrables en decenas de vidas.
Durante años, Aniurca fue el rostro visible y el corazón pastoral de la Iglesia Pentecostal Luz y Vida, ubicada en el sector Las Malvinas. Desde allà predicó el amor, la esperanza y la entrega a Dios, convirtiéndose en un faro espiritual para su congregación y para muchos más allá de sus paredes.
La noticia fue dada a conocer por su hermana, Iyesen Sánchez, a través de redes sociales. Con palabras cargadas de dolor, confirmó lo que muchos temÃan: que luego de varios meses luchando contra complicaciones de salud, la pastora habÃa partido al descanso eterno.
Su ausencia deja un profundo vacÃo, no solo entre sus familiares, sino también en los corazones de quienes la conocieron, oraron con ella o recibieron una palabra de aliento en sus momentos más oscuros.
Hoy, su legado vive en cada oración que enseñó, en cada gesto de servicio y en cada alma que tocó.
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