Editorial | MiradorWeb
“Drones en Haití: el nuevo rostro de la guerra”
Por Frank Sánchez, periodista y locutor
La historia militar del Caribe cambió esta semana con un hecho que, aunque parece sacado de una película futurista, ocurrió en tiempo real, en nuestra vecina nación de Haití: más de cien presuntos miembros de bandas criminales fueron eliminados mediante ataques quirúrgicos con drones armados.
Sí, drones. No soldados, no tanques, no helicópteros. Artefactos aéreos no tripulados, guiados a distancia, ejecutaron la tarea de forma silenciosa, precisa y letal. Un operativo sin precedentes que redefine las tácticas de combate urbano y plantea nuevas preguntas sobre seguridad regional, tecnología y ética.
En Haití, un país desgarrado por la violencia y la ausencia de gobernabilidad, donde las pandillas han superado al propio Estado, los drones han llegado como una herramienta salvadora. Han sido utilizados para alcanzar refugios de cabecillas, desmantelar estructuras y marcar un antes y un después en la lucha contra el crimen organizado.
Pero, como todo avance en el arte de la guerra, este también viene con su contracara.
Si los gobiernos pueden usar drones para controlar a las bandas, ¿qué impide que estas bandas, patrocinadas por intereses externos, también los utilicen? Lo que hoy parece un triunfo del orden, mañana puede convertirse en un arma de terror en manos equivocadas.
La pregunta es inquietante: ¿qué preparación tienen nuestros soldados para enfrentar una amenaza aérea no convencional? ¿Están nuestras fuerzas armadas capacitadas para detectar, desactivar o defenderse de ataques por drones?
El uso de esta tecnología impone un nuevo reto: regular con urgencia su uso, establecer controles estrictos, protocolos de seguridad, y sobre todo, una conciencia regional de lo que puede ocurrir si estas herramientas caen en manos macabras.
En un futuro no tan lejano, un dron podría ser usado no sólo para fines militares, sino para actos de sicariato, atentados políticos o extorsión tecnológica. El potencial de estas máquinas es tan grande como el riesgo que representan si se desregulan.
Haití ha dado el primer paso hacia una guerra sin soldados. Pero el verdadero desafío comienza ahora: adaptarse, protegerse y anticiparse. Porque como todo en la vida… lo que va, viene.
11 de junio,el día que todo cambió !!
Vienen horrores para la región.
Frank Sánchez
Periodista y locutor
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