Analista : Frank Sánchez
Recientemente, Tony Velásquez, vocero de la DEA, declaró a medios de la República Dominicana que el detective privado Ángel Martínez nunca formó parte de ninguna agencia de seguridad nacional de los Estados Unidos. Incluso desglosó todas las instituciones existentes en ese ámbito, dando a entender que el señor Martínez es un mitómano.
Sin embargo, en Mirador Web creemos que es el vocero de la DEA quien falta a la verdad, posiblemente con el objetivo de blindar a la agencia ante los señalamientos y revelaciones que ha hecho Ángel Martínez, una figura polémica pero con un historial que no se puede ignorar.
¿Por qué lo afirmamos?
1. Ángel Martínez no se ha escondido jamás
A diferencia de quienes intentan manipular la opinión pública desde las sombras, Martínez lleva años declarando abiertamente su vinculación como detective con agencias federales como la DEA y el FBI. No lo ha hecho en secreto, ni para intimidar ni para lucrarse, sino como parte de su narrativa pública, enfrentando abiertamente a sectores poderosos, algunos de los cuales han sido posteriormente expuestos, lo que ha reforzado su credibilidad.
2. Su licencia de detective y trayectoria son públicas
Si Ángel Martínez no tuviera una licencia válida como detective en EE. UU., y si realmente hubiera estado usurpando funciones federales durante tanto tiempo como se le acusa, hace rato habría sido arrestado, sancionado o incluso despojado de su ciudadanía, ya que la legislación estadounidense es inflexible en ese tipo de delitos. Sin embargo, nunca ha sido procesado por suplantación ni por fraude federal, lo que indica que, al menos en algún momento, su vinculación con agencias federales fue auténtica.
3. La reacción oficial parece más una defensa institucional
Las declaraciones del vocero Velásquez no parecen responder a una necesidad de esclarecer, sino a una estrategia de daño controlado. En lugar de refutar con pruebas concretas, se recurre a desacreditar personalmente a quien ha hecho señalamientos incómodos. Esta táctica es común cuando una figura se vuelve demasiado molesta para el poder.
Conclusión
En Mirador Web sostenemos que no se puede descartar la historia de Ángel Martínez sólo por una declaración oficial. Su trayectoria, su constancia en los señalamientos y la falta de procesos legales en su contra pesan más que una simple negación institucional. Y si sus denuncias han coincidido con verdades ocultas que luego han salido a la luz, eso no lo convierte en un mitómano… sino quizás en alguien que ha dicho más de lo que convenía.
No niego ni confirmo , las palabras del vocero no me convencen y me huelen a estrategia
No hay comentarios:
Publicar un comentario