Desde el año pasado, la ministra de Interior y Policía, Faride Raful, ha recibido críticas por su gestión tras imponer restricciones en el expendio de bebidas alcohólicas en distintos puntos del país.
Este sábado, durante una visita a la provincia de Dajabón, Raful reafirmó su postura al señalar que el control en la venta de alcohol es clave para mejorar la seguridad ciudadana.
“La única forma de garantizar mayor seguridad, reducir robos y disminuir la delincuencia común es controlando el expendio de bebidas alcohólicas, la contaminación sónica y fortaleciendo el patrullaje, con la colaboración de todos”, afirmó la ministra.
Mirador web cree que esta propuesta genera debate sobre las verdaderas causas que impulsan la delincuencia. Aunque el consumo excesivo de alcohol puede incidir en actos violentos y situaciones de riesgo, muchos consideran que las drogas ilícitas juegan un rol más determinante en la criminalidad. Las sustancias narcóticas suelen estar vinculadas a crímenes organizados, robos y otros delitos graves, por lo que algunos cuestionan si limitar el consumo de alcohol es realmente una medida efectiva o si debería enfocarse más en el combate al narcotráfico y el consumo de estupefacientes.
El debate sigue abierto entre quienes apoyan medidas de control más estrictas y aquellos que consideran necesario atacar las raíces profundas de la delincuencia.
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