Por Frank Sánchez de Miradorweb
Frank Reyes, reconocido internacionalmente como "El Príncipe de la Bachata", no siempre estuvo frente a los escenarios. Antes de convertirse en una de las figuras más influyentes de la música tropical, fue colmadero en su natal República Dominicana. Este humilde inicio no solo refleja su trayectoria de superación, sino también su innata mentalidad de comerciante.
Además de su faceta musical, Reyes ha incursionado en diversos negocios a lo largo de los años. Entre sus proyectos destacados se encuentran una ferretería y, más recientemente, iniciativas en la producción de alcohol y ahora en la cría de pollos. Aunque algunos de sus emprendimientos han tenido una duración limitada, su capacidad para reinventarse demuestra que tiene un espíritu emprendedor que no descansa.
Frank Reyes siempre ha dejado claro que le apasiona generar ingresos, pues considera que "el dinero mueve el mundo, aparte de Dios". Esta visión ha sido clave para que expanda su horizonte más allá de la música, consolidándose como un ejemplo de perseverancia y diversificación empresarial.
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