SANTO DOMINGO.-Fueron al menos dos los narcotraficantes que compraron los 400 kilos de cocaína que se robó un equipo de agentes policiales en Barahona, incluyendo a uno considerado por el Ministerio Público como “el más influyente” por sus fuertes vínculos con la Policía y otros sectores de la zona.
Hasta ahora solo ha sido identificado como comprador un narco identificado como “Álvaro”, pero el Ministerio Público asegura que hay un segundo capo que fue el que compró la mayor parte de la cocaína. Por el momento, solo se ha identificado el destino de poco menos de la mitad de la droga robada, pero falta por definir qué ocurrió con los otros 200 kilos.
Las autoridades no han querido develar el nombre del sospechoso de haber adquirido la mayor parte de la droga para evitar ponerlo en alerta, pero aseguran que están tras su pista.
“Podríamos decir que ese es el más poderoso por sus fuertes vínculos con policías aquí”, indica el Ministerio Público.
En tanto que el integrante del Ministerio Público de la zona se muestra decidido a llevar las investigaciones hasta las últimas consecuencias, pues entiende que solo así se podrá impulsar una verdadera reforma en la Policía.
Entiende que de nada sirve sacar de las calles a los 14 agentes policiales procesados (once por el robo de las drogas y tres por el secuestro del cabo Esteban Armando Féliz Batista) si se deja la estructura que está detrás de esos crímenes. “La oportunidad que tenemos de que la Policía se reforme es llegar hasta las últimas consecuencias”, puntualiza.
La vinculación de estructuras policiales más allá de los imputados salió a relucir desde que se empezó a investigar lo que en su momento era un “rumor”: el tumbe.
Relata que el entonces director de Asuntos Internos de Barahona se constituyó en un obstáculo para que la investigación avanzara, lo que provocó incluso varios encontronazos con la fiscal a cargo.
Luego todo empezó a tener sentido, pues una hija del encargado de asuntos internos participó en el secuestro del cabo Féliz Batista para reclamar una parte del botín derivado de la droga robada.
La agente policial Cherilyn Stefano Suero Medina, hija del teniente José Antonio Suero Carrasco (conocido como el Chino) y el esposo de esta, Jonathan Andrés Pérez, fueron identificados por el cabo Féliz Batista como los dos que lo interceptaron el 3 de noviembre pasado y lo secuestraron. Le reclamaron un rescate de cinco millones de pesos de lo obtenido por el robo de la droga.
El vocero de la Policía Nacional, coronel Diego Pesqueira, informó que Suero Carrasco fue suspendido de sus funciones y está siendo investigado con relación al caso.
El fiscal señala que fue cuando se produjo el secuestro del cabo Féliz Batista que la investigación pudo avanzar porque llegaron una unidad “antisecuestro” y de la Dirección de Asuntos Internos desde Santo Domingo.
Señala que la Dirección de Asuntos Internos de la Policía manda un equipo desde Santo Domingo a raíz del secuestro, debido a los obstáculos que le estaban poniendo en Barahona a la investigación, lo cual llegó a generar el encontronazo con la fiscal a cargo. Señaló que esa obstrucción llamó a sospecha, pues era evidente que se quería evitar que se avanzara en la investigación.
Es el rescate del cabo secuestrado lo que empieza a dar luz al asunto, pues éste identifica al grupo que participó en el robo de los 400 kilos de cocaína y de quienes lo secuestraron, que es cuando identifica a la hija de Suero Correa y a su nuero, quienes también son policías de servicio en Barahona.
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