Marineland, el mayor parque marino de Europa, cerró sus puertas este domingo y busca cómo realojar a 4,000 animales, especialmente dos orcas, cuyo destino es mucho más complicado y que podrían recalar en las islas Canarias.
Un último espectáculo tuvo lugar hoy, último día de las vacaciones navideñas, para poner fin a más de medio siglo de actividad del parque, que abrió en 1970 y está situado en la turística ciudad playera de Antibes, en la Costa Azul,
La ley de 2021 que prohíbe a partir de 2026 los espectáculos con cetáceos y el descenso progresivo del número de espectadores (en los últimos diez años ha pasado de 1,2 millones anuales a 425.000) han llevado a la dirección a echar el cierre
El parque recordó en el comunicado de diciembre en el que anunció el cierre que el 90 % de los visitantes acuden a presenciar los espectáculos con orcas y delfines, por lo que la nueva legislación "impone a Marineland considerar su cierre".
"El público ha evolucionado en su visión de este tipo de espectáculos con animales... que no son naturales", afirmó hoy la ministra de Transición Ecológica, Agnés Pannier-Runacher, en declaraciones al canal BFM.
"Es una tendencia que emerge a nivel internacional", añadió la ministra, quien señaló que su departamento estudia, junto con la dirección del parque, las posibles opciones para las dos orcas, Wikie, de 23 años, y su hijo Keijo, de 11.
La opción de liberar a los dos cetáceos en el mar se desechó rápidamente, ya que se considera que no podrían sobrevivir por sí mismos en el medio natural.
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