Tensión y angustia en San Pedro de Macorís: Hombre baleado y sus hijos menores abandonados ilesos tras intento de robo de vehículo
Por: Frank Sánchez | Miradorweb
San Pedro de Macorís. La tarde del sábado estuvo marcada por un dramático suceso en el barrio Naime, donde Santiago Andrés Vázquez Medina, de 41 años, fue baleado al resistirse a entregar su vehículo, un acto de valentía motivado por el temor de que los asaltantes se llevaran a sus dos hijas, quienes viajaban en el asiento trasero.
Los rumores iniciales generaron temor entre los vecinos, sugiriendo un posible secuestro. Sin embargo, horas más tarde, la Policía informó que los delincuentes, especializados en el robo de autos, abandonaron el vehículo junto a las niñas en el sector El Brisal, al darse cuenta de que estaban a bordo. Afortunadamente, las menores fueron encontradas asustadas, pero sin daño físico, más allá del trauma emocional causado por la aterradora experiencia.
Santiago fue trasladado de emergencia al Hospital Regional Doctor Antonio Musa, donde fue intervenido quirúrgicamente por los balazos que recibió al intentar frustrar el robo. Aunque su estado es delicado, los médicos han reportado que se encuentra estable. Su familia agradece profundamente que sus hijas estén a salvo, aunque saben que será necesario tiempo para superar el miedo vivido.
Este suceso refleja la dura realidad de los robos de vehículos en vísperas de las festividades, pero también deja una lección esperanzadora: los delincuentes no buscaban hacer daño a los niños, sino simplemente robar el carro, probablemente con fines de venta por piezas. La Policía insta a la comunidad a mantener la calma y no alimentar rumores sobre secuestros que solo generan pánico innecesario entre los padres, especialmente aquellos que no tienen los recursos para contratar seguridad privada.
Un vecino que encontró a las niñas expresó con alivio: "Verlas bien fue un milagro. Lo que vivieron fue aterrador, pero Dios estuvo con ellas".
El amor paternal de Santiago lo impulsó a arriesgar su vida para proteger a sus hijas, demostrando que no hay mayor fuerza que la de un padre decidido a salvaguardar a sus pequeños. San Pedro de Macorís respira aliviado, consciente de que, aunque enfrentamos desafíos de seguridad, la comunidad sigue unida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario