Donald Trump tiene en el punto de mira a la Unión Europea para imponer en su contra una serie de medidas comerciales punitivas diseñadas para abordar antiguos agravios en caso de que vuelva a ocupar el cargo como presidente de EE.UU., informa Bloomberg citando fuentes del equipo del exmandatario.
Entre las acciones contempladas, el equipo de Trump sopesa incluir un amplio arancel mínimo del 10 % a productos de la UE, que también se aplicaría a China. Otra propuesta implica represalias por los aranceles impuestos por Bruselas a los servicios digitales en los últimos años, que han apuntado a gigantes tecnológicos estadounidenses.
Los planes se pondrían en marcha en virtud de las disposiciones de la Ley de Comercio de 1974, que Trump desplegó durante su primer mandato para hacer frente a los desequilibrios comerciales con naciones extranjeras, explicaron las fuentes.
Los seguidores del ex jefe de Estado citan diversas motivaciones para realizar tales movimientos. Se trata, entre otras cosas, de la frustración por la reticencia de la UE a adoptar un enfoque más agresivo con respecto a China, en términos de sus propios aranceles sobre Pekín y de restricciones a las inversiones estratégicas de las empresas del gigante asiático.
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