Un grupo de manifestantes, varios con armas largas, entró el jueves en el Capitolio de Michigan, Estados Unidos, ubicado en su capital, Lansing, y sede del Ejecutivo y del legislativo local, mientras se discutía extender la declaración de emergencia de la gobernadora, la demócrata Gretchen Whitmer, para atender la pandemia de coronavirus. Al grito de “Déjennos entrar”, los manifestantes irrumpieron en el interior del edificio, lo que obligó a un grupo de policías a resguardar la entrada del recinto donde debatían los legisladores locales.
Luego, la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer, firmó una orden ejecutiva para prorrogar la cuarentena obligatoria, una de las más restrictivas de Estados Unidos, con la esperanza de contener el brote de coronavirus en su estado, uno de los más afectados por la pandemia.
Unos 4.000 habitantes reaccionaron negativamente, ingresaron al Capitolio local, bloquearon la circulación de calles en Lansing y, con fusiles de asalto, protestaron el miércoles en la puerta del capitolio estatalen el interior del recinto. Un portavoz de la policía dijo a NBC News que es legal que las personas porten armas, siempre que estas sean visibles.
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