Entrevista/Dr. Emilio La
Rosa. Vicepresidente del Comité Internacional de Bioética de la Unesco . Médico peruano cuestiona
algunas prácticas de la industria farmacéutica y su concepto de que “todo
se cura con medicamentos”.
¿Cuáles son las enfermedades
que han sido ‘creadas’ por la industria farmacéutica?
Por ejemplo, la prehipertensión,
la andropausia y el síndrome de disfunción sexual femenina, el síndrome
disfórico premenstrual (cólicos). La andropausia es una enfermedad que se quiere
crear y en realidad esta no es otra cosa que la disminución de la producción de
testosterona en el hombre. Pero esto es fisiológico, es decir, todos los
hombres a partir de los 45 a 50 años comienzan a bajar sus niveles de
testosterona.
¿Y la prehipertensión?
El proceso de creación de una
enfermedad es bien simple. Suman una serie de síntomas y le dan la categoría de
enfermedad realizando trabajos “científicos”. La hipertensión
se diagnostica cuando la persona tiene una presión máxima superior a 145 y una
presión mínima superior a 90. Ahora bien, han creado una nueva afección que es
cuando la persona tiene entre 120 y 139 de sistólica y entre 80 y 89 de
diastólica. Le llaman síndrome prehipertensivo. En Francia, donde
yo vivo, hay 11 millones de hipertensos, más los prehipertensos, llegamos a los
36 millones de personas que “necesitarían” tratamiento.
Pero el síntoma, el malestar o
el dolor sí existe...
Claro, pero no es una enfermedad.
Supongamos que mañana hallamos el medicamento que cura la hipertensión
arterial. La persona va a tomarlo y se va a curar. No va a necesitar más medicamentos ni
pagar por ellos. Si dejan de tomar medicamentos quién va a dejar de ganar?
La industria farmacéutica. ¿Por qué el mundo
farmacéutico crea estas enfermedades? Para crear más mercados. Esta industria
es la que tiene mayor tasa de beneficio (ganancias netas anuales), que es más o
menos del 18%. Para que tenga una idea, en el sector financiero es del 15%.
¿Qué lleva a los laboratorios
a realizar estas prácticas?
Son básicamente dos razones. La
primera es que cada año hay nuevos medicamentos que dejan de ser propiedad,
digamos, de un laboratorio y pasan al dominio público, es decir, pasan a ser
genéricos. Entonces la industria farmacéutica pierde dinero. La segunda es que
cada vez es más difícil poner en el mercado nuevas moléculas con efectos
superiores a las que ya existen. No solo más difícil, sino también más costoso.
Fuente ; La repùblica
Fuente ; La repùblica

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